Exfóliate y descubre una piel luminosa y suave
Si tienes tu exfoliante aún sin usar, o bien estás pensando en comprar o elaborar uno, esta información te ayudará a saber cómo aprovecharlo al máximo para obtener los mejores beneficios de él.
Primero que nada, tienes que saber que hay dos tipos de exfoliantes, los químicos y los físicos.
Los exfoliantes químicos puedes identificarlos con las siglas AHA y BHA, están incluidos en algunas cremas y limpiadores faciales. Estos compuestos químicos disuelven las células muertas mientras dan suavidad y frescura a la piel.
Te recomendamos prestar atención a las etiquetas de los productos que incluyes en tu rutina diaria, identifica estas siglas para evitar abusar de las cantidades de exfoliante químicos, ya que contienen ácidos fuertes, si se abusa de su uso podrían causar severos daños a la piel.
En el segundo tipo encontramos los exfoliantes físicos, aquellos que identificamos fácilmente en el mercado e incluso puedes elaborar en casa; tienen una textura arenosa, ingredientes como azúcar, avena, café, o algunas partículas sintéticas, cuya función es pulir la piel y eliminar las células muertas. Estos son menos abrasivos para la piel, sin embargo, eso no los excluye de ser eficaces.
Exfoliar la piel nos proporciona un sin fin de beneficios, no sólo en invierno, sino en cualquier época del año. Para garantizar el buen funcionamiento de nuestro exfoliante, debemos conocer en qué momento de nuestra rutina de limpieza debemos aplicarlo. La piel debe estar limpia, por lo tanto debes realizar con anticipación la limpieza y tonificación del cuerpo, posterior a tu exfoliación puedes aplicar cremas corporales humectantes y sueros, además recuerda que es muy importante el uso de protector solar, incluso cuando no es verano.
Aplica tu exfoliante, mientras masajeas el área en que lo vas a aplicar, disfruta la experiencia que proporciona la sensación de esas pequeñas partículas contenidas en el producto, relájate con el aroma y deja reposar un momento, para que la piel pueda absorber los nutrientes que cada ingrediente ofrece.
Lo recomendable es realizar la exfoliación de una a dos veces por semana, no obstante, si tu tipo de piel es muy gruesa o grasosa, será necesario incluirla en tu rutina hasta cuatro veces por semana. Esto ayudará a eliminar las células muertas, lucir una piel limpia, mientras promueves la circulación y oxigenación en el área, lo cual previene el envejecimiento. Con la piel limpia y los poros abiertos, será más fácil eliminar toxinas, y absorber los productos hidratantes que desees aplicar.
Si en esta temporada de frío, has percibido que tu piel está más seca de lo normal, y por más cremas humectantes que utilizas la apariencia no mejora, te recomendamos realizar una exfoliación, esto acelerará el proceso para renovar tu piel, al remover las células muertas.
Busca utilizar productos naturales, además de servir como pulidores para la piel, te otorgan beneficios adicionales, nutrientes, vitaminas, y por supuesto, sin contaminar el ambiente. Una limpieza profunda proporcionará un respiro, para después absorber de manera eficiente la humectación.
Recuerda que la piel es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, por lo tanto, más que darle prioridad a la apariencia, hay que preocuparse por su salud. ¡Cuida, ama y vive tu piel!
Monserrat Iracheta